Entonces ¿Cómo mantengo una colección de minerales de manera en que pueda conservarlos seguros además de mostrarlos de la mejor manera posible?
La pregunta en cierto sentido no requiere de mayor análisis, ya que como dicen por ahí "para gustos colores" porque formas de almacenaje existen tanto como minerales sobre la Tierra, pero hay algunas que son mucho más seguras que otras, todo depende de la conjugación entre creatividad, seguridad y recursos básicos. En principio, al guardar nuestros minerales en una caja (de cartón, madera, etc...) sólo conseguiremos que, debido a la fricción que se produce entre ellos, se dañen y en algunos casos se rompan, ya sea una caída de cristales o la simple transformación de alguna preciada muestra en un tosco polvillo. A pesar de lo anterior, existen formas de asegurar la integridad de nuestras muestras dentro de las cajas. Lo primero es envolver las piezas con un papel (toalla nova) para evitar su roce, pero, si se elige esta forma hay que ser muy cauteloso ya que muchas veces desenvolveremos y envolveremos ya sea para mostrar las piezas o trabajar con ellas.
También se pueden ocupar las simples y sencillas cajas de huevos para almacenar nuestras muestras ya que otorgan seguridad a un costo mínimo.
Otra forma de almacenaje la constituyen estos organizadores de plástico. Se venden en la mayoría de las tiendas dedicadas al área del hogar y construcción. Si bien, no fueron diseñadas para el almacenaje de minerales, son una alternativa práctica y de bajo costo. Existen en varios tamaños y capacidades, sobre las cuales debemos estar bien atentos ya que perfectamente podríamos comprar unas 5 cajas para nuestra colección para luego darnos cuenta de que, de nuestros 100 minerales por ejemplo, sólo caben en ella unos 20.
Junto con los organizadores, también existen cajas individuales que en este caso sí están diseñadas para el almacenaje de los minerales ya que cuentan con un relleno de un material protector (algodón o espuma)y un espacio para colocar una etiqueta correspondiente a los datos básicos de la muestra. Una desventaja de este tipo de cajas es que sólo permiten el almacenaje de minerales pequeños (5x5 aprox) por lo que si tienes un cuarzo gigantesco en tu repisa, difícilmente podrías guardarlo en una de estas cajas.
Esta otra forma corresponde a mineralogistas con carrera. Consiste en el almacenaje de la muestra en una peana de metacrilato, que además incluye grabado los datos básicos del mineral, transformando la pieza en una muestra con elegancia y formalidad. El problema es que la muestra al ir pegada al metacrilato (con silicona u otros pegamentos) pierde movilidad y un ángulo de observación importante, dependiendo de la parte usada como apoyo.
Existe una alternativa si no se quiere fijar la muestra mediante un pegamento. Hay peanas de metacrilato diseñadas para soportar la muestra (se ajustan a la medida del mineral) y que no necesitan de pegamento para fijarla. En Chile, hasta el momento, sólo he encontrado estas peanas en "La Hobbyteca" de Santiago a un precio de 10 x $10.000
Algunas Consideraciones Generales:
Hay que tener mucho cuidado al momento de almacenar minerales de distinta composición química entre sí debido a que sus componentes pueden reaccionar al entrar en contacto con otros. Algunos minerales reaccionan fuertemente a la humedad, como por ejemplo, la Halita en ambientes húmedos atrapa el agua para luego devolverla originando una poza de agua a su alrededor.
Existen también minerales radiactivos cuya conservación requiere de un manejo correspondiente para evitar una contaminación. Por lo que es muy necesario saber qué es lo que queremos dejar encima de nuestras repisas.
No es recomendable dejar los minerales a la intemperie ya que los elementos del clima pueden ocasionar cambios en ellos (aún recuerdo una calcopirita que después de la lluvia casi se transforma en una crisocola)
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